Por fin se puede disfrutar de la última entrega de la interminable saga de Assassin´s Creed, y en esta ocasión tiene como principal novedad una temática de juego envuelta en el mundo pirata.

Análisis de Assassin´s Creed IV: Black Flag

Por fin se puede disfrutar de la última entrega de la interminable saga de Assassin´s Creed, y en esta ocasión tiene como principal novedad una temática de juego envuelta en el mundo pirata.

El resultado a la hora de valorar globalmente el juego ha sido confusa, ya que en comparación con sus predecesores deja muchas luces a la vez que sombras. La historia del videojuego está basada en el entorno de la piratería en el Caribe del siglo XVIII, donde aparecen escenarios muy bien detallados como las Bahamas, Cuba o el sur de Florida. En esta ocasión el protagonista es Edward Kenway, abuelo de Connor Kenway, que cuenta con una amplia gama de armas para recrear las luchas típicas de piratas que había por aquella época, o eso nos imaginamos. Y es que la ambientación es uno de los puntos fuertes del nuevo Assassin´s Creed IV. El nuevo escenario compuesto por piratas, marineros, puertos, batallas intensas entre barcos, le da un toque distintivo en comparación con otras entregas. Además llama poderosamente la atención el mimo con el que se cuidado cada detalle en cuanto a climatología: lluvia, niebla, etc, aunque los paisajes en las ciudades recuerdan bastante al AC2.

Pero continuemos con el personaje de Edward, quien su excelente manejo del barco y capacidad para liderar una tripulación, a la que premia con barriles de ron, hace que vaya superando misiones que ensalzarán su honor y prestigio. Destaca la mejora en los movimientos del personaje, resulta mucho más pausada y libre a la hora de pelear con  tus enemigos. Además se ha reforzado la técnica del sigilo, con la que podrás atacar sin que estos noten tu presencia, y también se ha ampliado el número de escondites para aquellos ratos de agobiado en combate. Y es que en algunos momentos del juego el alto número de enemigos puede ser un verdadero problema para continuar con vida, por muchas espadas y pistolas que poseas. Los controles son los mismos que el Assassin´s Creed 3, y a quien le guste el mar está de enhorabuena ya que pasaremos mucho tiempo navegando en barco, aunque su manejo no ha variado demasiado. En cuanto a las batallas navales no resultan novedosas y pueden parecer en ocasiones algo aburridas.

En cuanto al tema del sonido el juego está doblado íntegramente en castellano, lo que facilita seguir con bastante facilidad la trama de la historia y disfrutar de los gráficos a la par que escuchas a los personajes. También puedes escuchar, mientras paseas por la ciudad, las conversaciones entre los grupos de personas que libremente campan por los distintos escenarios. Otro factor clave son los pequeños detalles conseguidos con los gráficos, como por ejemplo, la vestimenta de los protagonistas o el fondo del mar lleno de animales.

En definitiva Assassin´s Creed IV: Black Flag es un buen juego de piratas, probablemente el mejor que se haya hecho, pero en comparación con las otras entregas de Assassin´s Creed no deja de ser uno más. Las 20 horas de duración que tiene el videojuego nos traslada a increíbles paisajes donde tendremos que superar misiones en las que a veces resultan bastantes simples y  en otras son más espectaculares. AC4 cumple, pero no es novedoso.

 

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