Axe presenta su nueva imagen con una campaña que rompe con los estereotipos creados acerca del concepto de hombre ideal. Esta evolución viene originada por los resultados de un estudio que ha llevado a cabo la marca con miles de hombres alrededor de 12 países (Alemania, Argentina, Brasil, China, España, India, México, Rusia, Tailandia, Turquía, Reino Unido y EEUU).

Axe anima a los hombres a expresar su autenticidad e ignorar los estereotipos

Axe presenta su nueva imagen con una campaña que rompe con los estereotipos creados acerca del concepto de hombre ideal. Esta evolución viene originada por los resultados de un estudio que ha llevado a cabo la marca con miles de hombres alrededor de 12 países (Alemania, Argentina, Brasil, China, España, India, México, Rusia, Tailandia, Turquía, Reino Unido y EEUU).

El estudio descubre que uno de los motivos por los que los hombres españoles tienen menor autoestima es su creencia en que las mujeres prefieren a los hombres con actitud y rasgos típicamente masculinos. Casi la mitad (43%) de los hombres españoles piensan que la mayoría de las  mujeres busca a un hombre que cumpla con los rasgos del estereotipo masculino. Se trata del segundo país donde esta impresión está más extendida, sólo superado por los hombres de los Estados Unidos (49%). Esta opinión está más generalizada entre los hombres menores de 25 años, el 57% de los cuales declara que las mujeres prefieren al estereotipo masculino clásico, mientras que en el rango de edad de 45 a 54 años esta impresión desciende al 34%.

Otra muestra de la presión social que sufren los hombres de nuestro país es que el 20% reconoce que su preocupación llega hasta el punto de evitar llevar a cabo actividades que pueden ser consideradas como “menos masculinas” por miedo a ser juzgado o etiquetado. Para reforzar su imagen en público, 1 de cada 4 declara que se esfuerza en parecer más masculino de lo que realmente se siente. Este tipo de actitudes y/o comportamientos que van en contra de la propia naturaleza de la persona, afectan directamente a la seguridad que uno tiene en sí mismo e inevitablemente, al comportamiento de cara a terceras personas.

No obstante, al ser cuestionados por situaciones de su día a día, el 34% prefiere ocultar aquellos rasgos que les hacen parecer distintos, y sólo el 22% se sienten a gusto siendo diferentes. Esta necesidad de ocultar la auténtica personalidad tiene como consecuencia que sólo el 43% de los hombres se sienta a gusto hablando de sus problemas personales, muy por debajo de USA (60%), Brasil (57%), México (53%), Reino Unido (47%).