Publicis ha hecho público el estudio El Ciudadano Europeo ante la crisis, que analiza cuantitativa y cualitativamente los diferentes perfiles sociales que se están dando en España y en Europa ante la actual recesión.

El 80% de los españoles esperan que las empresas se comprometan con el empleo

Publicis ha hecho público el estudio El Ciudadano Europeo ante la crisis, que analiza cuantitativa y cualitativamente los diferentes perfiles sociales que se están dando en España y en Europa ante la actual recesión.

Como agencia de publicidad internacional este análisis se creó como herramienta para asesorar a sus clientes en cómo conectar con el consumidor y, dados los resultados de interés general, han decidido hacerlo público. El estudio se ha realizado con la colaboración de IPSOS y CGI y Publicis lo ha puesto en marcha en seis mercados clave del entorno europeo.


Presentado por Chiqui Bua, consejera delegada de Publicis y Tomas Navarro, director Estratégico y Desarrollo de Negocio de Publicis, algunas de las principales conclusiones radican en las grandes diferencias que existen entre los diferentes países: “Los resultados de este estudio deben servir para comprender mejor lo que está sucediendo en nuestro entorno y cómo los ciudadanos se van adaptando al mayor cambio que se ha vivido en las últimas décadas”.

En líneas generales, se comparten las prioridades y preocupaciones principales entre los distintos países. Sin embargo, al entrar en detalle y segundas prioridades es donde más disparidad hay entre países.
Tras este estudio queda claro que no sirven recetas únicas ya que la crisis está afectando de maneras distintas a cada uno de los países. En el estudio salen a relucir diferencias importantes en cuanto a lo que los ciudadanos de cada país ven como prioridades a resolver, problemas a afrontar, cambios a acometer, fortalezas a explotar…

En cuanto al clima y a las expectativas existe un pesimismo generalizado tanto en la situación real como respecto de una salida de la crisis a corto plazo. En España, por ejemplo, preocupa mucho el futuro pero creemos que este no depende de nosotros. La esperanza en el entorno laboral es poca y 50% de los parados han dejado de buscar trabajo. La confianza en nuestros políticos es otra de las grandes diferencias que se marca, dejándolos por debajo de las empresas y de las PYMES, estas últimas se han convertido casi en instituciones para nosotros.

Los datos que definen al resto de Europa han sido analizados con interés como referencia a lo que puede llegar a suceder en España. El miedo a perder el empleo y la vivienda, los temores que más nos separan de Europa. Nuestra mayor tranquilidad, la sanidad. El consumo ha bajado notablemente y las telecomunicaciones y el ocio son los sectores donde más ha bajado el consumo en España. Además, los españoles empiezan a buscar que los productos sean locales. En general, “somos muy poco ahorradores”.

Un 20% más de españoles se ven afectados por la crisis en comparación con la media europea. Tan solo los italianos parecen tener una percepción tan negativa o incluso peor que los españoles.

No supera el 20% de españoles con una visión positiva de gobierno, oposición y sindicatos. Las peores cifras del entorno. Cada vez más cada vez lo que más se pide a las empresas es compromiso con el empleo. De hecho, tal y como se destacó en la presentación, cada vez hay más campañas para demostrar compromiso social, un valor que prima por delante del precio del producto (el 80% de los españoles espera que las empresas se comprometan con el empleo).

En análisis cualitativo recoge en una frase las conclusión con respeto a los países del sur: “España, Italia y Francia; un futuro sin futuro”. Lo que demuestra una desesperación total con respecto al resto de países. En lineas generales, en este sentido se destacan cinco conclusiones: Grandes diferencias entre los distintos países en lo referente a la actitud de sus ciudadanos. Crece la brecha Norte – Sur con Francia a caballo entre ambas zonas; Los españoles especialmente exhaustos con la crisis y con una paciencia cerca de acabarse se expresan con mucha más virulencia; El sur desconfía de gobernantes y reformas, pero lo más grave es que se ven solos ante la crisis y sin iniciativa ni fuerzas para afrontarla.Los vecinos del norte son más optimistas, confían más en sus gobernantes e instituciones y se ven capaces de mejorar en el futuro.