Entrevistas '13 Selfies'

“La ambición a veces te ciega y puedes dejar de ser feliz por tener un poquito más”

Jose María Prieto nos acerca una nueva entrega de su apartado “13 Selfies” con Carlos Juan Estevan, responsable Comercial y Marketing en Vicky Foods, como protagonista. Una  sección disección de 13 personas influyentes del sector de los anunciantes y de las agencias, en su lado más humano.

Foto de Carlos Juan
photo_camera Foto de Carlos Juan

El origen etimológico de Carlos es “hombre libre”. ¿Cómo de libre es Carlos?

(Risas) La verdad es que bastante libre. Libre para decidir lo que he querido hacer siempre. Y sigo igual, la verdad. Siempre he hecho, en mayor o menor medida, lo que he querido.

Porque, ¿qué es lo más importante de la libertad?

Poder decidir lo que quieres hacer. Cuando eres pequeño, lo que quieres estudiar y a lo que te quieres dedicar… en ese sentido, estudié lo que quise. Y luego, trabajo en lo que quiero, tengo los hobbies que quiero, mis amigos son los que he querido..

Por cierto, ¿cuántas veces han pensado que Carlos Juan era un nombre compuesto?

(Muchas risas) Siempre. (Más risas) Siempre, siempre. Me han llamado de muchas maneras. ¡Y Juan Carlos! Fuera, en el extranjero, soy Juan Carlos. Como sólo hay un apellido, Esteban es el apellido y Carlos Juan les resulta raro. Así que me llaman Juan Carlos. Siempre que doy mi nombre, tengo que matizar.

Hace 14 años empezaste en Vicky Foods. Y, entonces, ¿qué pensaba aquel Carlos?

La realidad es que mi padre, desde que tengo uso de razón, decía que teníamos que trabajar. Así que, desde pequeños, íbamos a las oficinas, o íbamos con él a fábrica… Hemos estado vinculados a la empresa, mis hermanos y yo, desde muy pequeños. A mi padre no le gustaba que estuviéramos en casa de vacaciones. O estudiábamos, o estábamos en un campamento, o trabajando. En casa en un sofá no se podía estar. Y, según nos hicimos mayores, las labores cambiaban.

¿Cuál es el límite de las cosas? ¿Es la imaginación?

Creo que los límites muchas veces se los pone uno mismo. Siempre hay que tener un poco de ambición y “creer en uno mismo” para poder hacer las cosas. Cierto es que luego no puedes hacer todo lo que tú quieras. Puedo creerme que puedo correr y ser medallista olímpico, pero sé que tengo limitaciones. Pero si no crees, es imposible hacerlo. Ese es el primer paso. Las limitaciones que vengan de otro sitio y que no sean mentales. Y no te frustres si no consigues tu objetivo.

Tus dos mejores amigos se dedican a...

Pues trabajan conmigo. Pero no tengo dos mejores amigos, siempre he tenido muchos. Depende de las circunstancias de la vida. Fíjate, tengo un gran amigo mío en México y le veo muy de vez en cuando…

La mejor hora para tomarse un dulce…

Cualquiera (Muchas risas)… a mi es que me gusta mucho. Por ejemplo, después de cenar. Y ya sé que hay muchos nutricionistas que no lo verán muy bien, pero es que me gusta.

Seguimos con el dulce. ¿Con quien tendrías una buena conversación, un café y un dulce?

(Sonríe) Con mucha gente. Me gusta conocer a personas. Creo que depende del momento. Ahora soy forofo de la bicicleta. Te diría con Valverde, tiene pinta de ser majete (Risas).

¿Dónde sería esa conversa y de qué hablarías?

Subiendo un puerto...si pudiese (Risas). Uno suavecito para poder hablar (Más risas). Y, hombre, le diría que me diera algún consejito. Y a ver cómo ha gestionado en su vida tanto entrenamiento. Es difícil ser deportista de élite. Una vida muy sacrificada…

Mucha gente piensa que Madrid es donde todo ocurre, pero, ¿qué ocurre en Valencia que es imposible que pase en Madrid?

He estado viviendo en Madrid y está bien para unos años. Uno, quizás. Pero Valencia es muchísimo mejor (Muchas risas). Qué voy a decirte. Es el mejor sitio para vivir del mundo. Y ya en La Safor… tenemos unas condiciones de vida envidiables. Menos estrés, precios asequibles, buen tiempo, calidad de vida... Fíjate, ¿dónde vienen a veranear? (Más risas).

Abandonamos el dulce. ¿Un vino o una cerveza? Y, ¿con qué lo acompañamos?

Empezamos con una cerveza y luego vino (risas). Y lo acompañamos con unas aceitunas.

Pídele algo a este año bisiesto.

Que sea un año 'tranquilito'. Desde 2020 hemos tenido mucha incertidumbre. Que no haya más guerras, que nos dejen vivir un poquito. Ves las noticias y acabas asustado. Me gustaría que hubiese un canal de noticias de solo buenas noticias.

¿Qué hubiese sido Carlos fuera de Vicky Foods?

Habría sido médico. Eso me hubiera gustado. A mis padres les decía “médico de la empresa” (sonríe).

Un consejo que te hayan dado y que te gustaría dar…

Mi abuela me decía “quiero que la empresa no sea más grande, sino una empresa feliz”. Y al final, la ambición a veces te ciega y puedes dejar de ser feliz por tener un poquito más. Eso no merece la pena.

Dale un premio a una persona a especial para ti.

A mi mujer, por aguantarme (Risas).

Acabamos con deporte. Si hay que defender los colores de un equipo de fútbol, hay que defender los colores del…

(Vuelve a reír) Del Valencia, por supuesto. Aunque no esté pasando un buen momento…

¿Y eso no se cambia nunca?

Es que sería como irse al enemigo. Ojo, que de pequeño era del Barsa…pero luego entré en razón (Risas)

Por cierto, este año hay Olimpiadas. Si ves las Olimpiadas, ¿qué ves?

Me gusta mucho el atletismo, luego ciclismo, el tenis…el mes de olimpiadas veo mucho (Sonríe). Me gustan bastante las olimpiadas

Cuatro Express

  1. Te compras una casa, ¿dónde?: En la zona de Gandía (Risas)
  2. Aprendes un idioma, ¿cuál?: Francés
  3. Te vistes de un color, ¿cómo?: Azul
  4. Comes en un restaurante, ¿y es?: Obligadas la paella para comer y la pizza para cenar los domingos