'De los valores a la coherencia'

No te pierdas el artículo de opinión en exclusiva de Deborah Gray, Founder & Managing Director en Canela.

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"Cuando tener valores se convierte en una moda, la relevan cia ya no está en aquello que decimos defender, si no en la coherencia de nuestras acciones. No vale solo con exponer nuestros valores e incluirnos en nuestro storytelling, hay que actuar en función de aquello en lo que decimos que creemos. Porque el verbo nunca fue pregonar, siempre fue actuar. Y actuar implica hacer cosas tan simples –y complejas a la vez– como empezar a decir que NO.

Decir que no a proyectos, a clientes, a asociaciones que pueden ser empresarialmente lucrativas, pero que van totalmente en contra de aquello que decimos defender. Porque de un “no” depende no solo el rumbo de la organización de la que formamos parte, si no también el de las personas y el del planeta. Así que un “NO” dicho a tiempo, es un “SÍ” a nosotros mismos y al futuro que queremos construir.

En Canela, no solo lo sabemos, sino que lo practicamos. Nuestro compromiso como B Corp es una muestra de ello, y adherirnos a Clean Creatives prueba la coherencia entre aquello que decimos defender y nuestras acciones reales. Porque cuando decimos que no a compañías de combustibles fósiles, y también a marcas de fast fashion, apuestas, tabaco, alcohol, y una larga lista más de líneas rojas que no cruzamos, elevamos nuestros valores de accesorio corporativo a acciones con impacto.

Pero ni los “noes” ni la coherencia nos salvarán si no hay transparencia y responsabilidad. Las agencias debemos mostrar con quién trabajamos y aquellos encargados de contratarnos deben investigar bien antes de decir con quién colaboran. Porque no queremos que se repita lo sucedido en 2022 cuando más de 400 científicos se quejaron –con razón– porque la agencia de PR que llevaba la comunicación de la COP27 también trabajaba para varias marcas de combustibles fósiles.

Seamos honestos, tener valores no es difícil. Lo difícil es aplicarlos y actuar acorde a ellos, y aún más en época de recesión económica. Pero ¿cuál es la alternativa? ¿Destruir el planeta a marchas forzadas para que unos cuantos privilegiados puedan irse a vivir a la luna? No mientras yo pueda hacer algo para evitarlo”.